La estabilidad del comercio como factor de protección del trabajo global

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Yamile Andrea Montenegro Jaramillo

Mayo inicia con una celebración que parece pasar desapercibida por gran parte de la ciudadanía. Debería ser una ocasión para reivindicar el trabajo humano, la forma más trascendente y compleja de la edificación de la cultura. Una de las manifestaciones sensibles de esta forma de cooperación y colaboración humana, el trabajo, es sin duda el desarrollo del comercio, en esta columna me ocuparé del papel institucional de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para fomentar la estabilidad y la confianza de quienes participan en el comercio mundial.

La Organización Mundial de Comercio (OMC), es uno de los organismos más relevantes en el comercio internacional por su objetivo de garantizar intercambios fluidos, fundados en principios como la no discriminación y la reciprocidad en aras de la liberación comercial. Para tal fin, se ha generado un marco jurídico adecuado que regula y promociona un adecuado equilibrio en las relaciones comerciales de las distintas economías.  Su dinámica, en últimas, fruto de la interacción comercial es el impacto que tienen sobre el empleo, que afecta el crecimiento y el progreso de los Estados, máxime cuando en los últimos 30 años se ha profundizado el libre comercio en la mayor parte del globo. 

Es evidente que, en el escenario internacional hay países que cuentan con mejores condiciones económicas, políticas y jurídicas que permiten el desarrollo económico, estas economías de ingresos altos, tienen un ambiente propicio para beneficiarse del comercio y la generación de empleo que de ello se deriva.  Esto no ocurre de manera simétrica en países emergentes y de ingresos bajos, con limitaciones para su crecimiento y su inserción al comercio internacional, afectándose la creación de empresas y la generación de empleo.

A pesar de que la dinámica comercial en el marco de la apertura genera ventajas para consumidores, no siempre genera las mismas oportunidades para los productores, sobre todo para aquellos que se localizan en países de ingresos medios o bajos, a causa de las distorsiones comerciales ocasionadas por las subvenciones a las exportaciones otorgadas por países de mayor desarrollo, o prácticas desleales como el dumping. 

Además, la deslocalización y reestructuración de la producción en lo corrido del siglo, ha profundizado las diferencias salariales, y el crecimiento de la producción primaria e industrial se basan en rendimientos que están soportados en mano de obra barata y alta informalidad.  Los acuerdos y tratados sobre el comercio suelen ser desventajosos para las economías de menor desarrollo. En estas condiciones, no se generan políticas comerciales y económicas al interior de los países que permitan neutralizar o compensar los efectos negativos, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas que, se ven expuestas a la competencia externa en condiciones desfavorables, con limitaciones para su supervivencia o consolidación. 

Los países en vías de desarrollo deben tener la capacidad de participar en el comercio internacional asumiendo compromisos que no vayan en contra de la subsistencia de sus propias empresas, considerando que en la mayoría son pequeñas y medianas, y por tanto en detrimento de su desarrollo económico y social.  

Ante este panorama la OMC tiene una función fundamental en la regulación del comercio y en la procura de relaciones más equitativas, sin embargo, como consecuencia de los cambios políticos y económicos ocasionados por la pandemia de la Covid 19; la etapa de recuperación posterior; la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China y la guerra de Rusia y Ucrania, los Estados han establecido estrategias y medidas proteccionistas que desestabilizan el comercio, van en contra de los principios de no discriminación y reciprocidad, generando desconfianza en el sistema (Schmucker, 2023).

Desde 2020 se habla de parálisis al interior del Sistema de solución de diferencias de la OMC, sin embargo, el procedimiento de solución de diferencias sigue en funcionamiento, en realidad, se encuentra paralizado es el ejercicio del Órgano de Apelación debido al bloqueo de Estados Unidos en el proceso de reelección de los miembros, lo que impide que algunos de los Estados involucrados en conflictos puedan apelar. Este bloqueo es el resultado de la inconformidad que plantea Estados Unidos frente al Órgano de apelación, en cuanto considera que las decisiones que se toman se fundan en interpretaciones erróneas, por ejemplo, al principio de no discriminación con relación al Acuerdo de obstáculos técnicos al comercio y al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, entre otros asuntos (Varela, 2019; Petrova, 2020).

De tal forma el bloqueo de Estados Unidos al proceso de reelección de los miembros se entiende como una manifestación a sus desacuerdos con las decisiones tomadas por el Órgano de Apelación, causando sin lugar a duda que varias de las controversias que se encuentran en apelación no sigan su curso, promoviendo la abstención de participación o uso del Sistema de Solución de Diferencias en el seno de la OMC, por los Estados parte (Hillman, 2020).

De tal suerte que, no solo afecta la funcionalidad del Sistema de Solución de Diferencias, sino, también, la confianza y la estabilidad de la Organización Mundial del Comercio y del marco jurídico que ha tenido origen en ésta y, que ha permitido la convivencia comercial adecuada, regida bajo principios que garanticen transparencia en el comercio internacional. 

Está claro que la dinámica de relacionamiento comercial debe ser transparente y tendiente a un beneficio comercial común, considerando el impacto que tiene a nivel social en cada uno de los Estados miembros, con particularidad en aquellos en vías de desarrollo. Siendo el comercio un factor clave para la generación del empleo es necesario abordar y adecuar factores políticos, jurídicos, como socioeconómicos, en cada Estado para que la apertura comercial tenga los efectos positivos esperados, especialmente en el sector primario, teniendo en cuenta, por ejemplo, los retos globales de los efectos del comercio en el cambio climático y el comercio digital. 

Como conclusión, es necesario además del compromiso estatal en la convivencia y participación comercial de manera respetuosa, una conveniente articulación entre las medidas al interior de los Estados y la institucionalidad de la OMC que permita la consolidación de un sistema internacional comercial que brinde mayor estabilidad a los Estados miembros y sobre todo que procure un comercio adecuado y justo.

Referencias. 

Petrova V. (2020). La crisis de la Organización Mundial del Comercio: problemas e (im) posibles soluciones. Anuario mexicano de derecho internacional, 20, 25-60.https://doi.org/10.22201/iij.24487872e.2020.20.14470

Hillman, J. (2020). Three Approaches to Fixing the World Trade Organization`s Appellate Body: The Good, the Bad and the Ugly?. Institute of International Economic Law Georgetown University Law Center. https://www.law.georgetown.edu/wp-content/ uploads/2018/12/Hillman-Good-Bad-Ugly-Fix-to-WTO-AB.pdf

Varela, A. F. (2019). El bloqueo de Estados Unidos a la renovación de la OMC busca acabar con el comercio multilateral, según los expertos. Business Insider. https://www. businessinsider.es/bloqueo-eeuu-omc-busca-acabar-comercio-multilateral-549339.

Schmucker C.  (2023) The World Trade Crisis, Internationale Politik Quarterly. https://ip-quarterly.com/en/world-trade-crisis

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